miércoles, 23 de mayo de 2012

NUEVAS PROPUESTAS PEDAGÓGICAS DEL SIGLO XXI


 
Vivimos en una época de grandes y acelerados cambios a distintos niveles. Cambios sociales, tecnològicos, demogràficos, culturales, cientìficos entre otros. Más que en una época de cambios, parece ser que estamos ya en un cambio de época.

 
Aula siglo XXI: se ha conceptualizado como un espacio de reflexión sobre las características de las futuras aulas de enseñanza y aprendizaje, estudiando la adecuación de las mismas a las necesidades de la comunidad que se desarrolla alrededor de un centro educativo.

Respondiendo a las crecientes necesidades sociales que plantea el marco medioambiental de la enseñanza, creemos en un Enfoque Educativo para el siglo XXI que tenga muy en cuenta entre otras concepciones pedagógicas-, las siguientes realizaciones:

1. Concepciones efectivas:

  • El aprendizaje de los estudiantes será el centro de atención.
  • El profesorado se convierte en facilitador y mediador del aprendizaje.
  • Una mejor interacción maestro-alumno y de los alumnos entre sí con la potenciación del aprendizaje cooperativo.

2. Concepciones innovadoras:

  • Integrando tecnologías de información y comunicación con enfoque pedagógico.
  • Educadores actualizándose permanentemente.
  • Innovación como componente natural y permanente en la educación.
  • Las aulas se interconectarán con redes de comunicación multimedia.

3. Concepciones realizadoras:

  • Promotoras de valores, de convivencia y respeto a la diversidad cultural.




Objetivos de “Aula Siglo XXI”


Fomentar y exponer los métodos empleados por cada uno de los centros participantes en la introducción de las TIC como soporte metodológico de su proyecto educativo, a través de aulas reales y comunicaciones a desarrollar en el espacio propuesto.


Tiene como principales objetivos el incentivar el uso de las nuevas herramientas digitales interactivas, difundir aquellas experiencias educativas de vanguardia y crear una comunidad de aprendizaje para la difusión de unas buenas prácticas de aula.

En esta línea, los docentes mostrarán las potencialidades que representan las TIC en la mejora del desarrollo del alumno con la ayuda del profesor dándole a este el carácter de facilitador, tutor y guía en la creación del conocimiento propio.


PEDAGOGÍA EN EL SIGLO XXI :Integrar los medios de comunicación al aprendizaje


El uso de los medios de comunicación e información y las nuevas tecnologías en las prácticas pedagógicas es un recurso indispensable para desarrollar nuevas competencias en los estudiantes y acercarlos a las dinámicas del mundo contemporáneo. De ahí que, la Revolución Educativa se proponga mejorar los aprendizajes fomentando el uso de los medios electrónicos, la televisión, la radio, el cine, el video y el impreso en el aula de clase.

El reto es pasar de la enseñanza al aprendizaje y emplear los medios y las nuevas tecnologías al servicio de un nuevo modelo de aprendizaje. No se trata solamente de incorporar la tecnología como recurso para promover la educación o el desarrollo; son nuestra propia visión y acción educativas las que marcan la diferencia.


En este sentido, maestros y maestras son estratégicos en el proceso. Hay que aplicar en el aula las ventajas que ofrecen cada uno de los medios de comunicación e información en estos nuevos procesos de enseñanza-aprendizaje. Estamos ante el gran logro tecnológico de fines del siglo XX: la multimedialidad. En la llamada sociedad del conocimiento, de la revolución digital o de la era de las redes hay que sacar el mayor provecho a la integración de los distintos medios.



Vivimos un cambio fundamental en todos los aspectos de nuestras vidas. Y desde el punto de vista educativo, maestros y maestras tienen que asumir los desafíos del cambio y entender que los jóvenes perciben de otra forma, relacionada con la transformación definitiva de los medios tradicionales (impresos, radio y televisión) y la penetración de las nuevas tecnologías.

A nuevas ignorancias hay que responder con nuevas alfabetizaciones. Y eso supone preguntarnos por el aprendizaje y la convivencia en un mundo globalizado. La exigencia es aprender a seguir aprendiendo y saber hacer con los nuevos recursos y aprendizajes en esta sociedad del conocimiento.

La educación de la escuela del Siglo XXI deja de estar centrada en la enseñanza para estar centrada en el aprendizaje, lo cual tiene su antecedente inmediato a fines del siglo XX, sobre todo con el enfoque constructivista. El reto actual es lograr la vinculación entre la teoría y la práctica, en el sentido de que no se quede solamente en la fundamentación sino que llegue la operación a las aulas, lo que significa que el desarrollo curricular en las escuelas públicas, se oriente desde el enfoque del aprendizaje.

El proceso de enseñanza-aprendizaje, en este sentido requiere ser replanteado como aprendizaje-enseñanza, ya que ahora no es cuestión de una metodología para enseñar, lo que necesita el docente para realizar su intervención en la práctica, sino de procedimientos con método (formas de hacer), estrategias de aprendizaje (formas de enseñar a pensar) y una manera de evaluar acorde con este enfoque (formativa-sumativa) todo esto para poder cumplir su rol como mediador del aprendizaje.

El currículum por competencias, continúa con esta tendencia, ya que propone como objetivo central del aprendizaje, la competencia, lo que significa que los estudiantes y docentes enfrente el reto de construir sus conocimientos. El currículum con el enfoque basado en competencias propone la formación en los estudiantes de tres tipos de habilidades; no cognitivas (emociones y actitudes), meta-cognitivas (aprender-aprender) y ejecutivas (capacidades de decisión e independencia). Esto supone que el estudiante construye su conocimiento mediante la competencia, lo que significa que el énfasis no se pone tanto, en lo que sabe, sino en lo que se sabe hacer con lo que se sabe. Se trata de equilibrar la teoría con la práctica, bajo los principios de saber, saber hacer, saber ser y la adquisición valores éticos

domingo, 13 de mayo de 2012

APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO



El ser humano tiene la disposición de aprender -de verdad- sólo aquello a lo que le encuentra sentido o lógica. El ser humano tiende a rechazar aquello a lo que no le encuentra sentido. El único auténtico aprendizaje es el aprendizaje significativo, el aprendizaje con sentido. Cualquier otro aprendizaje será puramente mecánico, memorístico, coyuntural: aprendizaje para aprobar un exámen, para ganar la materia, etc. El aprendizaje significativo es un aprendizaje relacional. El sentido lo da la relación del nuevo conocimiento con: conocimientos anteriores, con situaciones cotidianas, con la propia experiencia, con situaciones reales, etc.
Básicamente está referido a utilizar los conocimientos previos del alumno para contruir un nuevo aprendizaje. El maestro se convierte sólo en el mediador entre los conocimientos y los alumnos, ya no es él el que simplemente los imparte, sino que los alumnos participan en lo que aprenden, pero para lograr la participación del alumno se deben crear estrategias que permitan que el alumno se halle dispuesto y motivado para aprender. Gracias a la motivación que pueda alcanzar el maestro, el alumno almacenará el conocimiento impartido y lo hallará significativo o sera importante y relevante en su vida diaria

 DAVID PAUL AUSUBEL

El psicólogo y pedagogo David Paul Ausubel considera que el aprendizaje por descubrimiento no debe ser presentado como opuesto al aprendizaje por exposición (recepción), ya que éste puede ser igual de eficaz, si se cumplen unas características. Así, el aprendizaje escolar puede darse por recepción o por descubrimiento, como estrategia de enseñanza, y puede lograr un aprendizaje significativo o memorístico y repetitivo. De acuerdo al aprendizaje significativo, los nuevos conocimientos se incorporan en forma sustantiva en la estructura cognitiva del alumno. Esto se logra cuando el estudiante relaciona los nuevos conocimientos con los anteriormente adquiridos; pero también es necesario que el alumno se interese por aprender lo que se le está mostrando.
Ventajas del Aprendizaje Significativo:
 Produce además una retención más duradera de la información. Facilita el adquirir nuevos conocimientos relacionados con los anteriormente adquiridos de forma significativa, ya que al estar claros en la estructura cognitiva se facilita la retención del nuevo contenido. La nueva información al ser relacionada con la anterior, es guardada en la memoria a largo plazo. Es activo, pues depende de la asimilación de las actividades de aprendizaje por parte del alumno. Es personal, todo es una tonteria ya que la significación de aprendizaje depende los recursos cognitivos del estudiante.

El aprendizaje significativo se presenta cuando el niño estimula sus conocimientos previos, es decir, que este proceso se da conforme va pasando el tiempo y el pequeño va aprendiendo nuevas cosas. Dicho aprendizaje se efectúa a partir de lo que ya se conoce.

Además el aprendizaje significativo de acuerdo con la práctica docente se manifiesta de diferentes maneras y conforme al contexto del alumno y a los tipos de experiencias que tenga cada niño.

Dentro de las condiciones del aprendizaje significativo, se exponen dos condiciones resultantes de la pericia docente:
- primero se tiene que elaborar el material necesario para ofrecer una correcta enseñanza y de esta manera obtener un aprendizaje significativo.
- en segundo lugar, se deben estimular los conocimientos previos para que lo anterior nos permita abordar un nuevo aprendizaje.


Como docentes debemos partir desde el conocimiento previo del alumno para un correcto desarrollo del aprendizaje. Como docentes tenemos la obligación de organizar trabajo, tiempo, y dinámicas para conseguir un buen ambiente de trabajo, logrando con ello que el alumno adquiera un buen conocimiento.


Al referirnos al aprendizaje significativo y contenidos, encontramos que la relación existente entre estos dos aspectos es muy amplia y coherente, aunque en ocasiones para que ambos se relacionen y se dé la finalidad buscada, tenemos como docentes que adecuar los contenidos didácticos para una acertada asimilación de la enseñanza por parte de los alumnos, siendo lo anterior fundamental para concretar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Debemos tomar en consideración que no todo se desarrolla del aprendizaje significativo o conocimientos previos que el alumno tenga, sino de que el niño transforme sus conocimientos previos y llegue a la construcción de uno significativo.

Esto nos lleva a la reflexión de las diferentes actitudes, aspectos y circunstancias del desenvolvimiento del educando y la transformación de los conocimientos que posee convirtiéndolos en significativos, logrando de esta manera desempeñar y obtener un aprendizaje amplio, fundamentado en los conocimientos previos del niño.

La educación para el aprendizaje significativo supone la capacidad de desarrollar estrategias de aprendizaje de larga vida, "aprender a aprender".

Aprender con esfuerzo es un estado de la mente, inquieta, ambiciosa, exploradora. En este esfuerzo está la construcción del conocimiento que es apropiarse de algo, insertarlo en su esfera personal ya que eso es lo que hace el aprendizaje significativo y le da el conocimiento útil, que tiene larga vida y que se aplica o transfiere a otros campos del conocimiento y puede cambiar la realidad creativamente.

El "transfer" tiene lugar como estrategia en sí misma en el pensamiento critico y creativo. Es la usanza de un conocimiento aprendido en un contexto a un nuevo contexto. Puede ser de dos tipos: "transfer cercano", cuando se aplica en el mismo contexto; y, "transfer lejano" aplicado a un nuevo contexto. Por lo que habría un "transfer" de práctica del proceso y otro como abstracción.




Es importante  que como docentes demos una motivacion a nuestros niños para que logren un Aprendizaje significativo







sábado, 5 de mayo de 2012

APRENDIZAJE CONSTRUCTIVISTA


ANTECEDENTES DEL CONSTRUCTIVISMO
  El constructivismo integra los trabajos de pedagogos como: La Gestalt, Dewey Bruner, Ausubel, Piaget y  Vigotsky
  ENFOQUES COSNTRUCTIVISTAS
   Dewey El plan de estudios debe derivarse de los intereses de los alumnos. Los tópicos del plan de estudio se deben integrar y no aislarlos uno de otro. La educación es crecimiento antes que un fin en sí misma. La educación ocurre a través de su conexión con la vida, más bien que con la participación. El aprender debe ser basado en el hacer y la experiencia antes que abstracto.

  La Gestalt La forma en que se resuelven problemas y se aprende está determinado por lo que se percibe y estos procesos perceptuales se basan en postulados como las relaciones parte-todo y figura-fondo, la experiencia presente y el isomorfismo. El aprendizaje y la solución de problemas se relaciona con la reestructuración del campo perceptual, denominado insight.

Teoría del aprendizaje por descubrimiento de Bruner: Plantea tres etapas del crecimiento cognitivo: Etapa Inactiva (0-3 años). Etapa Icónica (3-8 años). Etapa simbólica (después de los 8 años). Considera que los alumnos deben participar activamente e identificar los elementos fundamentales de lo que se aprende, en lugar de esperar a que el facilitador se los señale. Propone el aprendizaje por descubrimiento.

 Teoría del aprendizaje verbal significativo de Ausubel Los conocimientos se adquieren más bien por recepción. El aprendizaje significativo surge al relacionar nuevos conceptos con los ya existentes en la estructura del individuo. El material se debe presentar lógicamente ordenado (uso de organizadores avanzados). Debe existir una actitud positiva para el aprendizaje.

 Constructivismo cognitivo de Piaget Para Piaget el desarrollo cognitivo consiste en el proceso dinámico de transformaciones del pensamiento de manera continua, presupone un orden secuencial de etapas de desarrollo: Periodo sensorio motor (0-2 años): el niño construye sus primeros esquemas sensorio motores. Periodo preoperatorio (2-7 años): el niño ya utiliza esquemas representativos. Periodo operatorio concreto (7-12 años): los esquemas son reversibles, funcionan en doble dirección simultáneamente. Periodo de operaciones formales (12-16 años y vida adulta): el pensamiento es cada vez más abstracto y puede razonar sin necesidad de hacer referencia a situaciones concretas.

   Aprendizaje sociocultural de Vigotsky Desde el punto de vista de esta teoría existe una relación recíproca entre sujeto-objeto de conocimiento, ambos se transforman mediante la constante interacción. Esta relación sujeto-objeto de conocimiento está mediada por las diversas actividades que realiza el individuo mediante instrumentos socioculturales que se dividen en dos tipos: las herramientas y los signos. La zona de desarrollo próximo se refiere a la distancia que existe entre la capacidad individual del niño de resolver problemas, y el nivel de desarrollo potencial que éste mismo tendría de resolución de problemas con ayuda.





CARACTERÍSTICAS DEL MODELO CONSTRUCTIVISTA
   Procesó dinámico,
    participativo e interactivo del alumno con el conocimiento
   Alumno como poseedor de conocimientos
*      El alumno crea sus propios procedimientos para adquirir los conocimientos
*      Postula la necesidad de entregar al alumno herramientas que le permitan crear sus propios procedimientos para resolver una situación


MODELOS PEDAGÓGICOS
El modelo pedagógico que predomina en la práctica educativa de los docentes en Colombia a partir de sus propias percepciones, Asimismo, los resultados muestran que el modelo heteroestructurante suele ser excluyente de los demás; es decir, cuando en un maestro predomine este modelo, tiende a presentar promedios muy bajos en los demás modelos sobre sus prácticas educativas.

ESTRATEGIAS 
La investigación permitiría pensar que estamos en los inicios de un cambio de paradigma en la educación de nuestro país. Según Kuhn (1963), tres son las fases que se requieren para realizar un cambio paradigmático en la ciencia: insatisfacción, exploración y validación. La investigación permitiría concluir que seguramente hemos iniciado la fase de exploración de nuevos modelos pedagógicos en nuestro país, ya que para todos es claro que la insatisfacción con la escuela se ha presentado desde tiempos atrás.






martes, 1 de mayo de 2012

visión global de la pedagogía


VISIÓN GLOBAL DE LA PEDAGOGÍA LATINO AMERICANA



Desde hace por lo menos una década la pedagogía LATINO AMERICANA   viene insistiendo en la necesidad de enfrentar cambios radicales en la educación formal de las nuevas generaciones. Las ideas más generalizadas plantean que la sociedad está entrando en una nueva era marcada por la revolución de las tecnologías de la comunicación; según este argumento, se debe replantear el qué y el cómo de la enseñanza escolarizada, para no seguir compitiendo de manera desigual con estas tecnologías que están convirtiendo a la escuela en un dispositivo obsoleto.

La educación antes de la era moderna

La educación no siempre dependió de la institución escolar. Durante muchos siglos las sociedades utilizaron mecanismos diferentes a la escuela para reproducir sus valores y sus maneras de pensar. La manera de ver el mundo de esas sociedades estaba regulada por un conjunto de rituales que no tenían que ver con un maestro, un salón y unos estudiantes recibiendo clase de lectura o de geografía. La historia de la educación había tenido, antes de nuestra era moderna-occidental, otro tipo de prácticas, de instituciones y de sujetos que la hacía incomparable a la que hoy tenemos. En Europa, antes del siglo XVI o quizás del XV, la educación era un asunto propio de la Iglesia y se refería fundamentalmente a las prácticas de la fe. Además de la catequesis, la acción intencionada de educar a la población no era un asunto importante. En América este fenómeno perduró hasta la segunda mitad del siglo XVII. Antes, las culturas llamadas genéricamente precolombinas practicaban otro tipo de rituales muy distintos, relacionados con los papeles diferenciados que los hombres y las mujeres representaban en sus sociedades.

 La era del Estado docente

La historia de los Estados modernos es la historia de los sistemas de instrucción pública; a partir de entonces la educación de la población se convirtió en un asunto estratégico y sus prácticas se escolarizaron. Educar ya no era acercarse a Dios solamente, sino instruir en los rudimentos de las letras, las ciencias, los números, y, por supuesto, también en la fe. Allí emergieron nuevos sujetos (el escolar y el maestro) y una nueva institución (la escuela). Las repúblicas liberales que se comenzaron a gestar en América desde finales del siglo XVIII y luego en todo el mundo occidental durante el XIX, institucionalizaron este modo de ser de la educación. Desde entonces el Estado asumió la función educativa (por eso se llamó Estado docente) y su aparato se fue sofisticando cada vez más en busca de la regulación absoluta de la enseñanza. La escuela se convirtió en el último eslabón de aquella compleja cadena que terminó llamándose sistema educativo. La estructura vertical que ordenaba este edificio burocrático hizo del maestro un funcionario a quien le correspondía representar la voluntad del Estado en la tarea educadora.

Durante casi cuatro siglos en Europa y casi dos en América, la institución escolar fue prácticamente el único medio a través del cual se podía expandir la «civilización occidental». El proyecto ilustrado de educar para alcanzar la perfección humana en cada individuo solamente podía hacerse a través de la escuela, pues no existía otro dispositivo de comunicación más eficaz, a no ser la prensa. La sociedad industrial que estaba creciendo necesitaba transformar las costumbres ancestrales de las comunidades campesinas (en Europa y América) e indígenas (en América). Nuevas actitudes frente a la vida, nuevas estructuras familiares, nuevos hábitos personales, en fin, nuevos sujetos sociales, eran necesarios para impulsar el «progreso» y el crecimiento económico que el capitalismo jalonaba con tanto ímpetu. La tradición oral y las costumbres más ancestrales se llamaron entonces analfabetismo y superstición, y se convirtieron en el símbolo del atraso y en el freno al progreso que parecía irreversible. El pensamiento práctico y la lógica formal debían reemplazar las mentalidades y las cosmogonías de las comunidades «tradicionales». La lectura y la escritura, la aritmética y la ideología patriótica, eran los baluartes con los que la escuela debía emprender la cruzada civilizadora que allanaría el camino del progreso. Sus rituales más representativos: el orden, la disciplina, el pizarrón, el salón de clase dividiendo a los niños por edad y por género, el pasar lista, el reglamento, las filas, las lecciones, los ejercicios físicos, los textos o manuales, la memorización, el uniforme, los exámenes, etc., eran símbolos de este nuevo orden modernizador. La escuela fue en ese momento la punta de lanza y la expresión más clara de aquel orden emergente; fue la herramienta más eficiente, el aparato más exitoso, el invento más perfecto para expandir con rapidez a todos los rincones el conocimiento y la moral que requería la modernidad. El libro impreso jugó allí un papel muy importante.

El Estado era el responsable de esa tarea civilizadora. La escuela, y por lo tanto el maestro, los edificios, los manuales y los escolares, eran su responsabilidad. Nadie mejor que él podía garantizar la correcta administración de tan delicada misión. Nadie mejor que él para garantizar la unidad de criterios y de contenidos con respecto a lo que la época requería. El Estado era funcional a la escuela y viceversa, gracias a aquel aparato complejo en que se constituyeron los sistemas de instrucción pública.

Ahora bien, alcanzar la eficiencia y el control pleno no fue fácil. Por supuesto eso pasó por todas aquellas contradicciones políticas y de clase que se expresaron entre los actores que se disputaron durante esos años su control. En particular, disputarle la función educadora a la Iglesia (mater et magistral), que la había detentado durante tantos siglos, fue muy difícil y provocó incluso guerras en varias regiones del mundo occidental.

Toda la parafernalia que el Estado liberal moderno fue construyendo en torno a su función educadora se tradujo en intrincadas y sofisticadas leyes, normas y reglamentos, así como en pesados presupuestos que determinaban el éxito o el fracaso de la empresa alfabetizadora.

La educación escolarizada, como ya dijimos, era prácticamente el único medio que se tenía para acceder a lo que entonces se denominó cultura universal o moderna. Quien no lograba obtener por lo menos dos años (luego cinco y después ocho y nueve) de escolaridad se consideraba analfabeto, condición que se asociaba con pobreza y atraso. Incluso se llegó a sostener que la educación escolar era una de las condiciones necesarias para enfrentar y superar la pobreza de las regiones más atrasadas del mundo. Los conocimientos y los valores adquiridos en ella eran suficientes para que una persona sobreviviera el resto de la vida en medio de las exigencias de la sociedad industrial.

Se desarrollaron las ciencias pedagógicas, la psicología infantil e incluso la antropología educativa, en el supuesto de que este tipo de aprendizajes era indispensable para el proceso de hominización. Surgieron teorías acerca de lo que significaba ser hombre o mujer y se separaron claramente las etapas de crecimiento, los primeros años de vida, del resto, para configurar lo que hoy conocemos como infancia. El supuesto con el que se trabajó fue que los aprendizajes eran posibles en esos primeros años, porque en ellos se fijaban mejor que en la adultez. Ser niño, desde entonces, era fundamentalmente ser escolar. Lo que allí se aprendía sería determinante para el resto de la vida, bajo la premisa de que el mundo no cambiaría demasiado dado que ya se había encontrado el estadio ideal: la modernidad.
  La época de la sociedad educadora

Pues bien, en nuestra hipótesis esta época está cambiando. Pero lo que estamos viviendo son apenas signos, huellas y rastros de lo que será quizás una nueva era en las formas como se educa la sociedad. El nombre de sociedad educadora, en ese sentido, es apenas una categoría provisional que puede perder significado según sea la dirección de los acontecimientos que apenas comenzamos a vislumbrar. Cuando se trata de períodos de larga duración, las coyunturas pueden durar cincuenta o más años, tal como lo plantea Wallerstein (1998) en su concepción sobre el espacio-tiempo en la historia de occidente, de manera que todavía estaríamos hablando hipotéticamente; es por eso que lo que planteamos en este tercer apartado no pueden ser más que conjeturas. No pretendemos hacer profecías; por eso no formamos parte del coro de los que cantan al fin de la escuela o al fin de las responsabilidades del Estado frente a la educación.

Las intensas e interesantes, si bien a veces dramáticas discusiones que animan hoy en día el debate sobre la educación, expresan de alguna manera las diversas tendencias que alinean las fuerzas en pugna por redefinir la tarea de la educación.