martes, 1 de mayo de 2012

visión global de la pedagogía


VISIÓN GLOBAL DE LA PEDAGOGÍA LATINO AMERICANA



Desde hace por lo menos una década la pedagogía LATINO AMERICANA   viene insistiendo en la necesidad de enfrentar cambios radicales en la educación formal de las nuevas generaciones. Las ideas más generalizadas plantean que la sociedad está entrando en una nueva era marcada por la revolución de las tecnologías de la comunicación; según este argumento, se debe replantear el qué y el cómo de la enseñanza escolarizada, para no seguir compitiendo de manera desigual con estas tecnologías que están convirtiendo a la escuela en un dispositivo obsoleto.

La educación antes de la era moderna

La educación no siempre dependió de la institución escolar. Durante muchos siglos las sociedades utilizaron mecanismos diferentes a la escuela para reproducir sus valores y sus maneras de pensar. La manera de ver el mundo de esas sociedades estaba regulada por un conjunto de rituales que no tenían que ver con un maestro, un salón y unos estudiantes recibiendo clase de lectura o de geografía. La historia de la educación había tenido, antes de nuestra era moderna-occidental, otro tipo de prácticas, de instituciones y de sujetos que la hacía incomparable a la que hoy tenemos. En Europa, antes del siglo XVI o quizás del XV, la educación era un asunto propio de la Iglesia y se refería fundamentalmente a las prácticas de la fe. Además de la catequesis, la acción intencionada de educar a la población no era un asunto importante. En América este fenómeno perduró hasta la segunda mitad del siglo XVII. Antes, las culturas llamadas genéricamente precolombinas practicaban otro tipo de rituales muy distintos, relacionados con los papeles diferenciados que los hombres y las mujeres representaban en sus sociedades.

 La era del Estado docente

La historia de los Estados modernos es la historia de los sistemas de instrucción pública; a partir de entonces la educación de la población se convirtió en un asunto estratégico y sus prácticas se escolarizaron. Educar ya no era acercarse a Dios solamente, sino instruir en los rudimentos de las letras, las ciencias, los números, y, por supuesto, también en la fe. Allí emergieron nuevos sujetos (el escolar y el maestro) y una nueva institución (la escuela). Las repúblicas liberales que se comenzaron a gestar en América desde finales del siglo XVIII y luego en todo el mundo occidental durante el XIX, institucionalizaron este modo de ser de la educación. Desde entonces el Estado asumió la función educativa (por eso se llamó Estado docente) y su aparato se fue sofisticando cada vez más en busca de la regulación absoluta de la enseñanza. La escuela se convirtió en el último eslabón de aquella compleja cadena que terminó llamándose sistema educativo. La estructura vertical que ordenaba este edificio burocrático hizo del maestro un funcionario a quien le correspondía representar la voluntad del Estado en la tarea educadora.

Durante casi cuatro siglos en Europa y casi dos en América, la institución escolar fue prácticamente el único medio a través del cual se podía expandir la «civilización occidental». El proyecto ilustrado de educar para alcanzar la perfección humana en cada individuo solamente podía hacerse a través de la escuela, pues no existía otro dispositivo de comunicación más eficaz, a no ser la prensa. La sociedad industrial que estaba creciendo necesitaba transformar las costumbres ancestrales de las comunidades campesinas (en Europa y América) e indígenas (en América). Nuevas actitudes frente a la vida, nuevas estructuras familiares, nuevos hábitos personales, en fin, nuevos sujetos sociales, eran necesarios para impulsar el «progreso» y el crecimiento económico que el capitalismo jalonaba con tanto ímpetu. La tradición oral y las costumbres más ancestrales se llamaron entonces analfabetismo y superstición, y se convirtieron en el símbolo del atraso y en el freno al progreso que parecía irreversible. El pensamiento práctico y la lógica formal debían reemplazar las mentalidades y las cosmogonías de las comunidades «tradicionales». La lectura y la escritura, la aritmética y la ideología patriótica, eran los baluartes con los que la escuela debía emprender la cruzada civilizadora que allanaría el camino del progreso. Sus rituales más representativos: el orden, la disciplina, el pizarrón, el salón de clase dividiendo a los niños por edad y por género, el pasar lista, el reglamento, las filas, las lecciones, los ejercicios físicos, los textos o manuales, la memorización, el uniforme, los exámenes, etc., eran símbolos de este nuevo orden modernizador. La escuela fue en ese momento la punta de lanza y la expresión más clara de aquel orden emergente; fue la herramienta más eficiente, el aparato más exitoso, el invento más perfecto para expandir con rapidez a todos los rincones el conocimiento y la moral que requería la modernidad. El libro impreso jugó allí un papel muy importante.

El Estado era el responsable de esa tarea civilizadora. La escuela, y por lo tanto el maestro, los edificios, los manuales y los escolares, eran su responsabilidad. Nadie mejor que él podía garantizar la correcta administración de tan delicada misión. Nadie mejor que él para garantizar la unidad de criterios y de contenidos con respecto a lo que la época requería. El Estado era funcional a la escuela y viceversa, gracias a aquel aparato complejo en que se constituyeron los sistemas de instrucción pública.

Ahora bien, alcanzar la eficiencia y el control pleno no fue fácil. Por supuesto eso pasó por todas aquellas contradicciones políticas y de clase que se expresaron entre los actores que se disputaron durante esos años su control. En particular, disputarle la función educadora a la Iglesia (mater et magistral), que la había detentado durante tantos siglos, fue muy difícil y provocó incluso guerras en varias regiones del mundo occidental.

Toda la parafernalia que el Estado liberal moderno fue construyendo en torno a su función educadora se tradujo en intrincadas y sofisticadas leyes, normas y reglamentos, así como en pesados presupuestos que determinaban el éxito o el fracaso de la empresa alfabetizadora.

La educación escolarizada, como ya dijimos, era prácticamente el único medio que se tenía para acceder a lo que entonces se denominó cultura universal o moderna. Quien no lograba obtener por lo menos dos años (luego cinco y después ocho y nueve) de escolaridad se consideraba analfabeto, condición que se asociaba con pobreza y atraso. Incluso se llegó a sostener que la educación escolar era una de las condiciones necesarias para enfrentar y superar la pobreza de las regiones más atrasadas del mundo. Los conocimientos y los valores adquiridos en ella eran suficientes para que una persona sobreviviera el resto de la vida en medio de las exigencias de la sociedad industrial.

Se desarrollaron las ciencias pedagógicas, la psicología infantil e incluso la antropología educativa, en el supuesto de que este tipo de aprendizajes era indispensable para el proceso de hominización. Surgieron teorías acerca de lo que significaba ser hombre o mujer y se separaron claramente las etapas de crecimiento, los primeros años de vida, del resto, para configurar lo que hoy conocemos como infancia. El supuesto con el que se trabajó fue que los aprendizajes eran posibles en esos primeros años, porque en ellos se fijaban mejor que en la adultez. Ser niño, desde entonces, era fundamentalmente ser escolar. Lo que allí se aprendía sería determinante para el resto de la vida, bajo la premisa de que el mundo no cambiaría demasiado dado que ya se había encontrado el estadio ideal: la modernidad.
  La época de la sociedad educadora

Pues bien, en nuestra hipótesis esta época está cambiando. Pero lo que estamos viviendo son apenas signos, huellas y rastros de lo que será quizás una nueva era en las formas como se educa la sociedad. El nombre de sociedad educadora, en ese sentido, es apenas una categoría provisional que puede perder significado según sea la dirección de los acontecimientos que apenas comenzamos a vislumbrar. Cuando se trata de períodos de larga duración, las coyunturas pueden durar cincuenta o más años, tal como lo plantea Wallerstein (1998) en su concepción sobre el espacio-tiempo en la historia de occidente, de manera que todavía estaríamos hablando hipotéticamente; es por eso que lo que planteamos en este tercer apartado no pueden ser más que conjeturas. No pretendemos hacer profecías; por eso no formamos parte del coro de los que cantan al fin de la escuela o al fin de las responsabilidades del Estado frente a la educación.

Las intensas e interesantes, si bien a veces dramáticas discusiones que animan hoy en día el debate sobre la educación, expresan de alguna manera las diversas tendencias que alinean las fuerzas en pugna por redefinir la tarea de la educación. 


15 comentarios:

  1. la informacion esta publicada por las compañeras en el blogs esta interesante ya que la educacion va cambiando en el transcurso de las epocas transcurridas buscando una relacion maestro hacia el alumno de manera distinta a la tradicional una educacion que responda a las necesidades vitales de los educandos

    ResponderEliminar
  2. me parecio interazante ya que la vision global de la pedagogia latinoamericana
    ha ido evolucionando a partir de las necesidadse de losinfantes por aprender y apropiarce de los conocimientos

    ResponderEliminar
  3. La educación como un proceso se ha desarrollado teniendo en cuenta la historia propia del pueblo y ha estado sujeta a las manifestaciones culturales del mismo.
    Esta ha sido manipulada, redirreccionada, orientada y renovada con el ánimo de desarrollar en el individuo experiencias de crecimiento integral...
    Gissela Guzmán

    ResponderEliminar
  4. Me gusto el corto viaje en el tiempo en cuanto al tema se refiere porque me permito conocer un poco más de la pedagogia latinoamericana y de que manera se trabaja en cada epoca.

    ResponderEliminar
  5. Interesante el video me impacto ya que es viaje por 5 minutos y 52 segundos de enseñanza; en cuanto que hay una relación del docente con el mundo orientando y a prendiendo de él. Con distintas culturas, respondiendo a las necesidades, siendo el educador humanista. Aprendo como la pedagogía ha mejorando día tras día en muestro mundo de América latina

    ResponderEliminar
  6. día tras día la educación ha ido evolucionado por el cual no ha permitido indagar de manera conceptual en la historia y como dijo un pedagogo ¨DE ENSAYO Y ERROR SE APRENDE¨

    ResponderEliminar
  7. me parecio muy bueno el video pues nos permite tener una vision de la educacion latinoamericana, la importancia que se le da a las nesecidades de los educandos ,busca que sea una educacion humanista y revolucionaria en donde el maestro aprende de los estudiantes,dialoga con ellos, haciendo a un lado la corrupcion, la inequidad, la violencia, para lograr una mejor educacion y un cambio en el futuro.

    ResponderEliminar
  8. Las ciencias pedagogas, la psicología infantil y la antropología educativa, este tipo de aprendizajes era indispensable para el proceso de hominizacion para saber que era hombre o mujer . los pueblos, las culturas han sufrido cambios en algunos aspectos favorable y desfavorable para educación actual.
    RECORDAR ES VIVIR, pero algunos casos nos hace daño pero siempre queda al bueno de lo que indagamos.

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. me parecio muy interesante la lectura pues nos lleva a reflexionar sobre la importancia de que la educacion dia tras dia cambie, anteriormente en europa hacia referencia a las practicas de la iglesia, luego en la era del estado docente la educacion no solo era religiosa sino se debia aprender sobre, letras, numeros, ciencias, sin dejar de lado la fe, alli surgen nuevos sujetos como el escolar,el maestro y la escuela.

    ResponderEliminar
  11. la informacion que encontraron es muy consisa e importante para nuestra formacion ya que nos permitira desarrollar de manera mas concreta cada uno de nuestros conocimientos.

    ResponderEliminar
  12. LA EDUCACION CADA DIA VA CAMBIANDO, Y NOSOTRAS COMO FUTURAS PEDAGOGAS DEBEMOS ESTAR EN CONTINUO PROCESO DE APRENDIZAJE. Y ESTAR CAPACITADO PARA ORIENTAR EN LAS DIFERENTES CULTURAS.

    ResponderEliminar
  13. nos orienta como estudiantes esta información sobre la evolución de la educación para mejorar nuestro aprendizaje autónomo para poder guiar a nuestros futuros profesionales para dar lo mejor como personas y docentes

    ResponderEliminar
  14. Cabe resaltar la importancia que contiene el aprendizaje significativo en especial en los niños ya que conjuga una serie de aspectos que permiten reforzar y descubrir habilidades propias de cada uno de ellos por otro lado la transversalidad de las diferentes dimensiones en los temas que el docente quiera tratar, desde un cuento hasta la utilizaciòn de centros de atenciòn, con un objeto animal o personaje, la gama de diversidad utilizando la ludica y el juego es infinita y nosotras como docentes debemos aplicar en dentro y fuera del aula, siempre teniendo en cuenta la creatividad y la imaginaciòn.

    ResponderEliminar
  15. que buena cancion.... calle trece basandoce en la realidad del mundo... la educacion busca cambiar lo tradicional por una educacion que responda a las necesidades e intereses de los infantes, asi que tenemos que revolucionar y ser mas humansiticos.... y para nosotras las docentes no tenemos que olvidar que """" desde la conciencia se genera el cambio""

    ResponderEliminar